- ¡¡Aaaaahhhh!!
Desperté sobresaltada, mi cabeza daba vueltas,
me había quedado dormida encima del teclado.
Rápidamente fui a mirar mis amigos y ver si lo
de aceptar la petición de Natalia había sido real
o también fue parte de mi sueño.
Por suerte todo había sido un sueño,
ni siquiera me había enviado solicitud
de amistad, menos mal...
Apagué el ordenador y me fui a la cama sin darle
más vueltas a nada, con una sola persona en mi
cabeza: Juan, y con otra en el subconsciente:
Roberto.
...
- ¡Hola Blanchee!
- ¡Hola! ¿Nos acompañas al baño?
- ¿Con Karina? ¿Os vais a pegar o qué?
- No jaja, si me cae genial, ya hemos solucionado
la bronca de ayer, ¿a qué si cielo?
- Claro - le respondió a Blanchee abrazándola -
hablando de cielo, ¿habéis visto a la parejita
del verano?
- Sí, son tan monos... jaja
- ¿De quienes habláis?
- Pues de Roberto y Natalia
...
- No, no, no, no puede ser, Nerea despierta YA -
me dije nerviosamente pellizcándome.
Cogí el móvil y comencé a marcar el número de
Roberto, no sabía por qué ni para qué,
pero quería llamarle.
Sonó una vez, otra, una más... y por fin lo cogió,
pero no dijo nada, simplemente descolgó el teléfono,
y le dí rápidamente al botón de colgar.
- Pff... tengo a Juan, llevo años loca por él,
por fin es mío, estamos juntos, me quiere,
lo quiero, ¿por qué siento que algo me falta?
¿qué es lo que falla? No lo entiendo... - susurré
para mí misma, apoyando la cabeza sobre la
almohada, dejando el móvil al lado,
cuando me di cuenta de una cosa...
NO HABÍA COLGADO.
- ¿Roberto? - pregunté asustada, pues seguramente
habría escuchado lo que acababa de decir y
podría afectar a Juan, pues le estaba ocultando
a su mejor amigo que salía conmigo,
pero nadie respondió- ahora sí que he colgado
y por si acaso incluso voy a apagarlo.
Echaba de menos esas noches en las que me
daba mil vueltas la cabeza, desde que estaba
con Juan todo era perfecto, cada noche era un
cuento de hadas, pero esa noche, sentía cómo
volvía esa incomodidad.
Volví a encender el móvil y pasé la noche con él
a mi lado, con una foto de Juan abierta,
eso calmaría mis sueños.
...
♪♫ Tonight I want all of you tonight
Give me everything tonight
For all we know we might not get tomorrow ♪♫
- ¡Hola Juan! Lo siento, lo siento mucho,
me quedé dormida, acaba de despertarme tu
llamada, lo siento, esperáme 10 minutos,
me arreglaré lo más rápido posible.
- Tranquila, respira jaja. No importa yo te espero,
¿10 minutos? No te lo crees ni tú guapa,
si por las tardes tardas una hora mínimo,
recién despierta no quiero imaginarlo.
- Jaja, bueno trataré no tardar mucho,
si ves que se hace tarde vete tú.
- Te espero igual, venga levantate ya, nos vemos.
- Hasta ahora.
Traté de ir deprisa, pero Juan tenía razón,
10 minutos era imposible, no me lo creía ni yo.
Al final tardé 33 minutos y llegamos 15 minutos
tarde a clase.
- ¿Se puede? - preguntamos al profesor de
filosofía después de haber llamado a la puerta.
- ¿Por qué llegáis tan tarde chicos?
Venga pasad, pero que no se repita.
- Habrán pasado la noche juntos...
Al escuchar eso no supe si dar un paso atrás,
cruzar la puerta y salir corriendo;
responderle que sí; ir hasta su sitio y decirle
lo bien que le quedaba esa camiseta;
o ponerme roja y hacer como si no hubiera
escuchado nada, que finalmente fue lo que hice...
Pero cuando llegué a mi sitio,
algo inesperado pasó...
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