Pasé la noche llorando, recibí dos o tres llamadas
de Juan, pero no me molesté en responder a
ninguna... Estaba realmente mal, desperté por
la mañana sin ganas de nada, pero igualmente
tendría que ir a clase...
Cuando salí de casa, estaba Juan en la puerta
de mi portal esperándome, al lado de su moto.
- ¿Qué haces aquí? ¡Largo!
¡No me vuelvas a hablar Juan, te odio!
¡Y aleja esa puta moto de mi vista!
- Nerea... lo siento, en serio, no quería hacerte daño,
lo hice por vosotros, porque sabía que en cuanto
Rober se enterara le jodería e iría por tí,
y yo sabía que te gustaba mucho, y tú a él.
- Eso es lo de menos... ya no me importa si jugaste
conmigo o no, yo sólo te digo, que aunque me
gustara Roberto, tú me gustabas desde antes.
Ahora vete y olvídame...
- Lo siento... ¿Qué tal está Rober?
¿Has hablado con él? Hoy iré a verlo, de verdad,
lo siento mucho, no quería hacerte daño.
- ¿¿Que qué tal está Rober?? - le grité dándole una
patada a su moto - tu "amigo" está en coma y en
coma durante una noche, está muy mal,
¡todo por tu culpa! - sentía cómo las lágrimas
volvían a caer por mi cara y me fui,
dejando a Juan allí, bajo mi portal,
perplejo por lo que le acababa de decir.
...
- Entonces Roberto le dio una paliza y tras eso
se montó en la moto dispuesto a irse, pero el otro
se montó en la suya y fue detrás de él y le hizo
caer y...
- Déjalo tía, si quieres no cuentes más...
Ven aquí, no llores - me dijeron Blanchee,
Pilar y Sara, abrazándome.
- Bueno, no hay más que contar... ya os lo
imagináis, el caso es lo que os dicho...
está en coma...
- Ya verás que no por mucho tiempo, volverá,
tiene algo pendiente contigo y no te va a dejar,
¿vale? al menos ahora sabes que te quiere.
Y nosotras vamos a estar aquí contigo
animándote.
- Gracias chicas, de verdad, no sé qué haría
sin vosotras...
...
Pasé el resto del día deprimida, sin ganas de nada,
sin hablar con nadie, totalmente aislada...
Sólo quería terminar las clases e irme a casa a
deprimirme sola, sin las miradas extrañadas de
la gente que me veía por los pasillos caminar
como un zombie.
En las siguientes clases me cambiaría de sitio
con Sara, para no estar sola, al lado del sitio que
le correspondería a Roberto si estuviera allí...
Cuando pasaban lista me ponía peor aun al oír
su nombre, suponía que los profesores ya lo
sabrían, de todas formas no les dije nada hasta
el final de las clases, pues mis compañeros no lo
sabían y no iba a ir publicándolo por todo el
instituto...
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