Esa fue la segunda peor noche de mi vida,
además del insoportable calor que hacía,
sólo tenía una cosa en mente que no me dejaba
dormir: Roberto.
No me hizo falta ni activar la alarma para
despertarme, estuve toda la noche despierta
esperando el momento de salir de casa e ir a verlo.
- Hola...
- ...
- Te echo de menos... echo de menos tus borderías,
tus miradas de reojo... te quiero... y quiero que
vuelvas... hagas lo que hagas... pero quiero que
estés aquí... quiero volver a verte todos los días
en clase, sentado a mi lado...
Aunque parezca tonta hablándote no voy a dejar
de hacerlo, pasaré todo el día aquí, a tu lado,
con la esperanza de que al menos un "te quiero"
de los muchos que te voy a decir puedas escuchar...
...
- ¿Pero qué?
...
- ¿Pero qué?
- Pero tú me molas, desde antes de irte y todo...
- Sí, pretendo lo que estás pensando...
y también me gustas desde antes de haberme
ido de aquí. Te quiero Juan.
- Y yo a tí Natalia, eres estupenda.
- Bueno no quiero verte depre por lo de tu amigo
¿va? ya verás cómo todo sale bien,
yo estaré aquí para apoyarte.
- Gracias
...
...
Una semana después...
- Va a salir bien Nerea, ya verás,
dentro de nada todo esto va a acabar y
volverás a verlo a tu lado todos los días en clase.
- No Blanchee... lleváis una semana diciéndome
lo mismo, todos me dicen lo mismo,
pero si es así, si desde hace una semana
"todo va a salir bien y volverá a ser como antes"
¿por qué no ha pasado ya?
¿por qué sigue en esta camilla sin poder
escuchar lo que le digo, sin abrir los ojos,
sin moverse?
- Pff... sé que es difícil, pero en serio,
ya verás que se recupera, dentro de nada
podrás volver a ver sus gestos y escuchar su voz.
- Ya no sé qué hacer... Espero que sea así...
- Y así será - me dijeron Sara, Pilar, Blanchee
y Lito, mis fieles amigos, siempre estarían aquí
conmigo en los momentos más duros...
Tweet |
No hay comentarios:
Publicar un comentario