- Roberto, Roberto, Roberto...
No dejaba de dar vueltas en la cama,
quería despertar pero no podía,
quería que se fuera, estaba nerviosa.
Cuando mis ojos encontraron los suyos intenté acercarme a él,
quería besarlo pero no podía alcanzarlo,
cada vez se alejaba más hasta desaparecer por completo,
ya sólo quedaba el rastro de mis lágrimas.
-¡Roberto!
- ¡Nerea! Nerea cariño despierta.
Por fin desperté.
- ¿Otra vez ese chico no?
- Sí mamá... otra vez...
Y ya no sé qué hacer... - le dije aun
con lágrimas en los ojos,
dejándome estrechar en sus brazos.
- Ya Nerea, eres una niña muy fuerte y no es
propio de tí derramar una sola lágrima
y menos por un chico, pronto lo olvidarás
y todo volverá a ser como antes, ya verás.
- ...
Y así pasé la noche, desahogándome con mi madre...
con quien menos lo había pensado,
Tweet |
No hay comentarios:
Publicar un comentario