- Hola Nerea ¿Qué tal?
- Hola, bien - le respondí fríamente -
¿Y tú qué tal con tu novio?
¿Muy bien no? Veo que lo llevais muy bien,
os lo contais ya todo.
- ¿A qué viene tanta ironía? ¿Te pasa algo conmigo?
Estás muy fría y rara.
- ¡Rara me siento al contarte todos los días lo
de Roberto sin saber que luego vas a ir a contárselo
a tu novio! ¡Sabiendo que es amigo suyo y que no llevas
ni una semana saliendo con él! ¡Y que me cae mal!
- ¡Quería ayudarte Nerea!Pensé que si se lo contaba
él haría algo o me contaría algo de Roberto.
Y...¿cómo te has enterado?
- ¿Ayudarme? Pues la próxima vez antes de "ayudarme"
piénsalo un poquito mejor. ¿Que cómo me he enterado?
¡Me lo dijo él Sara! Me acompañó a casa ayer y me
preguntó que por qué hice ese comentario sobre Roberto
con la llamada de Lito y le dije que por nada y me dijo
que ya lo sabía todo, que se lo habías contado tú.
¡Y no sólo me jodió que hubieras abierto la boca cuando
no debes, él estaba esperando el momento para hacerlo
por eso me acompañó a casa y no se fue antes contigo y
encima el muy imbécil se rió de mí, se reía mientras me
decía que se lo habías contado y eso y ahora se lo contará
a los otros y harán lo mismo!
- ¡Lo siento Nerea!De verdad, no era esa mi intención,
yo sólo quería ayudarte...- me dijo Sara apenada.
Cuando estaba a punto de calmarme y arreglar las cosas con ella:
- No puedo más, no puedo soportarlo, estoy tan rayada,
tan enamorada, cada día me gusta más...
¡Oh Roberto! Jajaja - dijo un amigo de Juan pasando a mi lado.
- Esto es increíble...Gracias Sara, gracias por joderme
más de lo que estaba.
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