Entonces decidí coger el móvil para llamarle y hacer las paces
cuando alguien llamó al timbre...
- Justo iba a llamarte, lo siento Sara, creo que me pasé, es que
ni siquierate escuché, te agradezco mucho que hayas tratado de
ayudarme, aunque no haya salido bien.
- He cortado con él...
- ¿Que qué? ¿Por qué? Lo siento...pero...¿Qué ha pasado?
- Ha pasado que por él casi pierdo a mi mejor amiga.
Y además, no es como yo pensaba que era, es idiota,
como todos...
- Pues ya somos dos... Escucha Sara, tú nunca me vas a perder y
menos por un chico, es que en ese momento estaba furiosa, pero
mira, ahora te iba a llamar para solucionarlo.
- Bueno, no pasa nada, te entiendo, y creo que era solo un
capricho, no me gusta como pensaba, solo me atraía
físicamente. Y en cuanto a Roberto, también es un idiota,
pero un idiota que realmente te gusta y no quiero estropearlo
más estando con su amiguito.
- No sé qué haría sin tí Sara, gracias por todo.
Y te aseguro que con ese corazón tú también vas a encontrar un
Roberto en tu vida.- le dije con una sonrisa y abrazándola.
- ¿Un Roberto? ¡Puag qué asco! Me enamoraré de cualquiera,
mientras no se llame así, ni tenga ese careto, sigo sin
entender tus gustos, pero bueno...a los locos hay que darles
la razón... - me dijo devolviéndome la sonrisa y echándose
a mis brazos.
- Jajaja te odio, siempre metiéndote con él. ¡Déjalo en paz!
- ¿Que me odias? No lo creo, yo sé que me quieres mucho, mucho
más que a ese feo jaja.
Así pasamos toda la tarde, riéndonos juntas, ella
metiéndose con Roberto como siempre y yo riéndome de ella.
Era la primera vez en mucho tiempo que hablar de él no me hacía
sentir mal, por fin estaba animada. Sara me había alegrado
Tweet |
No hay comentarios:
Publicar un comentario