- Hola Juan.
- Hola – me respondió sobresaltado.
- ¿Qué pasa, que tan fea soy? – le pregunté con una sonrisa.
- Que va jaja, es que estaba distraído y no me lo esperaba.
- Bueno, me lo creeré… Oye ¿qué querías decirme esta mañana?
- ¿Esta mañana? Mmm nada, sólo quería pedirte disculpas.
- ¡Mierda, lo sabía! – pensé decepcionada.
Ah vale… es que como cuando llegaron Blanchee y Lito habías
empezado a decir algo, pensé que sería algo más lo
que querías decirme.
- ¿Querías que te dijera algo más?
- Vaya… vienes con Roberto y esos, hasta en la discoteca
tengo que verle la cara.
- Sí, vine con ellos, te recuerdo que son mis amigos, pero ya
se iban por eso ahora estoy solo, ¿dónde los has visto?
- Están allí al fondo, a la izquierda.
- ¿Están?
- Sí, están, ah ya se van creo, ¿pasa algo?
Ni si quiera me respondió, sólo me cogió de la mano y me llevó
al baño con él.
- ¿Qué haces Juan?
- Que son unos pesados y si me ven contigo vendrán a molestar
y no quieres que eso pase ¿no?
- ¿Y hace falta meternos en el baño?
- Estábamos al lado, era lo más cercano.
- Jaja… Bueno, entonces no tenías nada más que…
De repente me quedé en silencio, no pude terminar la frase,
un escalofrío empezó a recorrer mi cuerpo,
él estaba acariciando mi pelo.
- “Entonces no tenías nada más que…” ¿qué? – me preguntó
llevándome hacia la pared.
- Nada más que… - no podía articular una palabra más,
un escalofrío tras otro me recorrían el cuerpo,
escalofríos que conforme él se acercaba a mí se iban
convirtiendo en placer.
- ¿Te ha comido la lengua el gato o qué? – me dijo con una
sonrisa pícara, pegando su cuerpo completamente al mío.
Esta vez de plano ni intenté responder, fui directamente a juntar
mis labios con los suyos y a tocar su pecho y me dio un beso
maravilloso, un beso tras otro…
Nunca me había imaginado una noche como esa...
Una media hora después entraron Sara y Blanchee al baño.
- I-N-C-R-E-Í-B-L-E – dijeron ambas a la vez.
- Esto… Bueno, te dejo con tus amigas.
- Emm sí adiós.
- ¡Nerea! ¿Te estabas besando con Juan? Sigo alucinando,
qué fuerte, cuéntalo todo YA – me dijo Blanchee emocionada.
- Sara… lo siento… Y no, no sólo nos hemos besado…
- ¿En serio? Y no lo sientes Nerea, tú ahora lo único que sientes
es esa sonrisa de tonta que tienes jaja, venga cuéntanos ya,
que no me enfado boba, si sabes que no me gusta, además
acabo de ligar jaja.
Tras contarles todo:
- ¡No me lo creo! – dijeron Sara y Blanchee perplejas.
- Bueno, menos mal que lo de Lidia era un favor que sino estarías
muerta jaja.
- Sigo sin creérmelo.
- Pues créetelo ya Blanchee “Juan y Nerea se lo han montado
en el baño de la discoteca” jaja.
- ¿¿Qué qué?? ¿¿Qué has dicho Sara?? – preguntaron Pilar y Lito
que iban entrando justo en ese momento.
- Lo que habéis oído – les respondí con una sonrisa de oreja a oreja.
- Juan la ha hecho mujer Grrr jajaja – dijo Blanchee.
- Alucinante jaja, ahora sí que no puedes negarme nada Nereíta.
- No me gustaba Lito, pero ahora… pff no sé ni qué pensar jaja.
- Sigo sin creérmelo – repitió Blanchee por enésima vez.
- Y yo… Ahora no sé qué pasará después de esto - le respondí.
- ¿Otro polvo?
- Jaja Blanche, la verdad es que con este tuve de sobra.
- ¿Tan bien lo hacía?
- Sí Blanchee, sí jaja.
- Venga guarrillas ¿salimos a dar una vuelta? – dijo Pilar.
- Vale vamos, ¿y Álvaro?
- Se ha ido ya a casa.
Era la 1:30 a.m, llegué a casa agotada.
Aquella noche no dormí nada, estaba cansada pero no quería
dejar de pensar en lo que pasó con Juan.
Recordaba una y otra vez cada beso, cada caricia, lo bien que olía…
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