- ¡Lo sabía! Se escuchaban vuestros gritos hasta aquí,
qué poco os cortáis…
- Jaja más tonta no se puede ser… eres lo peor Blanchee.
- Gracias. Bueno, ¿qué ha pasado? Habéis hablado de lo de
ayer supongo ¿no? ¿O lo habéis repetido? Jaja
- Sólo hemos hablado, imbécil, jaja.
Me ha dicho que quiere que intentemos algo…
- ¡Qué guay! Le habrás dicho ya que sí ¿no?
- No, quiere que intentemos algo, digamos que a escondidas,
sin que se enteren sus amigos. Eso no me gusta mucho…
- Bueno… por probar… Puedes hacerlo, así te despejas ya
un poco la cabeza del subnormal que te gusta,
¿por qué no lo intentas? Puede que salga bien y todo,
y terminéis juntos de verdad.
- Bueno, me lo seguiré pensando, pero tal vez lo haga.
- Más te vale que lo hagas, serías tonta desaprovechando
una oportunidad de oro como esa.
- Ya…pero es que para mí eso de que no lo sepan sus amigos
es como “me avergüenzo de ti” ¿sabes?
- Es que tu relación con ellos no es especialmente buena…
y además puede que lo haga incluso por ti, para que no
te molesten, no sé…
- Eso sí, ayer por ejemplo ayer cuando nos enrollamos pasó algo así,
cuando me metió al baño y eso…
- ¿Ves? Pues hazme caso, tú inténtalo, si sale mal pues nada,
pero aprovecha.
- Ok, lo haré – le dije, aun no muy segura, con una sonrisa.
- Vete a clase que ya ha sonado el timbre y vas a llegar tarde
la profe te va a castigar como siempre jaja.
- ¿Tú crees que ahora mismo tengo a esa en mi cabeza?
Esa profe y sus castigos ahora mismo son mi menor
preocupación jaja.
- Jaja, normal tú tienes la cabeza en la discoteca…,
venga vete ya gamberra, que llegas tarde.
- Jaja, hasta luego.
- ¡Hasta luego!
Cuando entré en clase no pude evitar sonreír al ver a Juan,
todo me parecía tan maravilloso…, pero al llegar a mi sitio todo
volvió a cambiar, no había manera de borrar a Roberto de mi vida,
lo olvidaba por momentos, pero al volver a verlo de nuevo sentía
lo mismo, era imposible olvidar lo mucho que me gustaba,
era un tormento estar cada día a su lado y sentir ese cosquilleo,
ese deseo por mirarlo, etcétera, en ese momento lo único que
quería sentir era otro beso de Juan, tenía ganas de terminar las
clases y hablar con él.
- Tú, Nerea, no vuelvas a tocarme y mucho menos a darme
una bofetada, niñata…
Con lo de Juan me había olvidado por completo de lo que me había
pasado el día anterior en el pasillo con Roberto, ahora sí que mi
cabeza daba vueltas…
¿Había estado a punto de besarme con él y justo el mismo día
me enrollo con su amigo?
Me pasó todo de golpe, no sabía ni qué hacer, ni qué pensar…
- Podrías haberlo dicho ayer, mira que te ha costado pensar
una respuesta…
- Cállate…
- Olvídame… - le respondí, dándome la vuelta y volviendo a
centrar la mirada en la pizarra, no quería que me olvidara,
de echo creo que ni siquiera yo quería olvidarlo,
aunque lo intentara…
- Olvídame tú a mí.
Tras varias largas horas de silencio e incomodidad,
en la última hora le mandé un sms a Juan,
que estaba en otra clase.
Ya m lo he pensado, m speras a la salida? :)
Ok, nos vmos en 1 rato :) (guarda el móvil k t lo van a kitar)xD
K va, nunca m han pillado el móvil en clase.
- ¡Nerea, guarda ese móvil ahora mismo!
- Vale – le respondí al profesor, maldiciendo al sms que
le acababa de enviar a Juan.
- Y te quedas una hora más después de clase.
- ¿Es broma no?
- No, no lo es, sabes perfectamente que no se puede
usar el móvil en clase.
- Sólo estaba mirando la hora.
- Tu compañero tiene reloj, puedes preguntárselo a él.
- No puedo, me ha dicho que lo olvide, no puedo hablarle
- No seas payasa Nerea, además no estabas mirando la hora
estabas escribiendo un mensaje, que me he dado cuenta,
desde aquí puedo fijarme en lo que hacéis cada uno de vosotros.
- No estaba escribiendo un mensaje…
- Cierto, me equivoco, has escrito dos.
Déjalo ya porque al final te vas a quedar castigada
también mañana.
- Vale… - le respondí disgustada.
Ahora no podría verme con Juan…
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