Mirarse en los ojos del amor es recibir el mejor reflejo de uno mismo.
Esos ojos que traspasan toda imperfección y bucean sacando el tesoro que quedó atrapado en el naufragio de la vida. Donde uno se siente grande aun sin méritos. Esa mirada te devuelve lo que desearías ser.
Sientes cómo tu piel se eriza, presa de una caricia imaginaria pero tan real...
Te quiero de una forma tan especial que no hace falta verte,
ni tenerte para que mi cariño crezca.
Sólo basta con cerrar los ojos y saber que existes.
Cosas que hacen que la vida valga la pena: tú, tú y tú
Quiero vivir en las nubes y emborracharme con las estrellas
No cambiaría un minuto de vida contigo por cien años de vida sin tí
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